

Jack "William" Heart
The problem child keeps running wild.
El hijo único de la familia Heart
continúa suponiendo un quebradero de cabeza incluso lejos del núcleo familiar.
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Aún en el extranjero, el joven de reciente mayoría de edad sigue demostrando una actitud rebelde y desafiante, hablando en contra de sus padres y todo lo que implica el negocio familiar. Hay quienes afirman que este distanciamiento ha fomentado incluso más esta posición desafiante, dándole una mayor libertad para expresarse.
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"No quiero tener nada que ver con ese atajo de patanes falsos y preocupados solo por su propio ombligo."
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Afirmaba recientemente ante una de nuestras reporteras.
¿Quién es Jack Heart?
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Mejor conocido como William Heart dentro de su familia y en los círculos de alto standing,
es el único hijo de la pareja de Jessica y Robert Heart, CEOs de la compañía textil británica Cotton Heart.
De 18 años de edad y 1,83 metros de estatura, es un joven enérgico y en buena forma, interesado en la música, los deportes de contacto y en elementos de la cultura retro.​
Según hemos conseguido indagar, algunos de sus otros datos de interés son:
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Peso: 87,4 kg.
Tipo Sanguíneo: B-.
F. de nacimiento: 5 de Noviembre.
Orientación Sexual: Hetero.
Estado civil: Soltero.
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Gustos:
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Punk, rock y metal británicos; boxeo; videojuegos retro; física y matemáticas.​​​​
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Disgustos:​​
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El pijerío; el sistema establecido; los putos ricos avariciosos; la música pop y latina.

Tras este teatral engaño, el recién nacido sería entregado a su legítimo padre, Henry Jones, para que lo criase en solitario. ¿Y creéis que la niña rica ayudaría monetariamente de algún modo para la crianza de su hijo? Por supuesto... Que no.
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Henry, desempleado, y sobreviviendo a duras penas tuvo que apañárselas solo como padre soltero primerizo a una edad demasiado temprana. Por suerte, a pesar de su actitud de tipo malo, era alguien querido por su propia familia y con muchas amistades en su vida de humildad. De este modo, Jack terminó siendo criado por su familia paterna y el barrio, además de por el propio Henry, que hizo su mejor esfuerzo por compaginar el ganarse el pan con pasar tiempo con el niño.
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Durante ocho años, todo fue una difícil pero feliz vida, hasta que Jessica regresó a sus vidas repentinamente, sin aviso, pero con demandas.
Ahora, tras todo ese tiempo, quería recuperar a su hijo.
¿Y esto por qué? Porque la vida tiene un sentido del humor tremendamente irónico.
Tras haber fingido con su primer embarazo, resultó que la realidad le tenía guardada una sorpresa: Robert, su
marido, resultó ser infértil. Incapaces de tener descendencia de manera alguna, acabaron por decidir recurrir a la adopción. Salvo que, no era el hijo de cualquiera quien iba a llegar a su casa. No para Jessica, al menos.
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Tras días de discusiones, al final terminaron por alcanzar un acuerdo, y Jack, ahora rebautizado como William, se vio obligado a empezar una nueva vida drásticamente distinta a la que había tenido hasta la fecha. De un día a día ameno, alegre y relajado, de repente pasó a un ambiente más hostil, más estricto, y mucho más aburrido.
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​¿Ser un niño rico malcriado que podía hacer lo que quisiera? Por desgracia, no fue el papel que le tocó interpretar. A fin de cuentas, tenía ocho que compensar.
Historia
¿Qué ocurre cuando dos jóvenes almas deciden llevarse por el desenfreno de la juventud en una acalorada noche de fiesta? Todos lo sabemos. Una cosa lleva a la otra y... Cuando quieres darte cuenta, una de las dos partes se ha llevado a su casa un regalo sorpresa.
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Así comienza esta historia, en la que Jessica Heart, por aquel entonces una estudiante universitaria en su último año de carrera, acabó embarazada de un apuesto chico malo por el que había sido seducida. Que cuento más clásico. ¿Verdad? Aunque lo que sigue tal vez no lo sea tanto.
Donde en estas historias la joven e inocente chica tiene un debate interno sobre que hacer con su vida y con el niño creciendo en su interior, Jessica lo tenía más que claro. Fingir que aquel era el bebé de su pareja (porque sí, en esta historia la "princesa" estaba prometida), y pretender, pasados los nueve meses, el infante sufría una trágica muerte tras el parto.

fue un mal estudiante en cuanto a notas. Sin ser el estudiante más brillante, se las apañaba para acabar siempre en la mitad alta, en especial en matemáticas y las materias científicas.
El problema era más bien que pasaba el mismo tiempo sentado estudiando que en el despacho de jefatura o dirección.
¿Qué podían esperar de él en medio de semejante nido de víboras y simios vestidos de seda? No iba a quedarse quieto ni callado.
Esto era igual fuera de las paredes del instituto, dónde en su adolescencia dejó salir su espíritu más rebelde a un extremo, involucrándose en peleas y trifulcas con considerable asiduidad, siempre cubierto de heridas por ello.
Esto tan solo cesó cuando Henry, para variar el único que le comprendía de verdad entre sus figuras paternas, y teniendo esa conexión con su hijo al haber bebido toda su vida también de esa cultura, decidió apuntarlo a clases de boxeo, en las cuales podía liberar la tensión y la energía en un entorno mucho más controlado.
En cuanto a su "hogar", su desempeño académico no era suficiente para compensar todo lo demás, por no decir que habían puesto sobre él unas expectativas desorbitadas. El hecho de querer enviarlo a Hope's Peak Academy no era solo por mandarlo a un lugar de prestigio que además estuviera lejos de casa. No, los Heart soñaban con tener el prestigio que venía asociado con tener a un Ultimate en la familia. Después de todo. Si alguien más entre sus conocidos gozaba de ese privilegio. ¿Por qué iban a ser ellos menos. Así que decidieron apuntarle al Curso de Reserva con la irreal esperanza de que, por algún extraño milagro o fenómeno de osmosis, "William" desarrollase un Talento y fuera reclutado como parte del Curso Principal.
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Para desgracia de unos, y alegría de otro (que sacaba satisfacción de su, oh, tan triste desgracia), el ya adulto alcanzó el tercer curso sin rastro alguno de Super Mega Talento especial. Tan solo uno más del montón, como siempre había sido, y quería ser.
Él único punto positivo que tuvo durante sus los años venideros fue que, como parte del acuerdo para su "traspaso" es que un día a la semana y dos semanas durante el verano, a modo de vacaciones, los pasaba de regreso con Henry. Esto no solo le ayudó a sobrellevar el entorno que le ahogaba y repugnaba, sino que, para el desagrado de Jessica y Robert, esto acrecentó la cercanía que mostraba hacia ese lado más callejero y punk de la sociedad inglesa. La cantidad de regaños y castigos que le cayeron, sobre todo en privado por parte de su madre, eran más de los que podría contar con los dedos de pies y manos, pero todo ellos merecían la pena, en especial porque con el tiempo fue ganando un especial disfrute por hacerla rabiar.
Tal vez fue esta, cada vez más palpable, tensión, lo que llevó a que, al alcanzar los dieciséis años decidieran enviarlo tan lejos como les era posible a estudiar.
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A pesar de destacar en la escuela privada desde el primer día, en especial por su personalidad y actitud, nunca